Es paradójica la situación del campo argentino. En medio de costos como el flete que lo asfixian, presión impositiva alta, mercados pisados por regulaciones y atraso cambiario igual sigue batiéndo récords.
Ayer, punto biz pudo sabe que en un lote experimental aportado por la agropecuaria Jakas Kokic Ivancich (JKI) en Alcorta que trabajó con semillas Nidera empezaron a trillar logrando rendimientos de 55 quintales de soja y, lo que es más impresionante, 190 quintales para el maíz; una cifra histórica. "Son varias las razones: el campo siempre estuvo bien rotado, la fertilización fue importante y la tecnología de la semilla también fue clave.
Además, las condiciones agronómicas en materia de agua, temperatura y humedad fueron excelentes", dijo el ingeniero Gastón Huarte, de JKI. |